jueves, 2 de mayo de 2013

A ti...

A ti, que me diste la mayor alegría y felicidad desde el primer momento que me enteré que formarías parte de mi vida, de nuestra vida.
A ti, que me hiciste la mujer más feliz del mundo desde el minuto uno que supe que ibas a llegar a formar parte de nosotros…
A ti, que hacías que me quedara dormida encima de un pelo de gamba.
A ti, que inconscientemente desde el primer momento me tocaba la barriga con un cariño inmenso pensando que ahí dentro estaba lo mejor que me había pasado nunca.
A ti, que hacías que cualquier cosa que veía o escuchaba, hacia emocionarme y que se me llenaran los ojos de lagrimas.
A ti, que has sido la única persona que has conseguido que tuviera las manos calientes.
A ti, quiero darte las gracias por los tres meses más maravillosos que me hiciste pasar.
A ti, que gracias a ti sé lo que es sentir vida dentro de mí.
A ti, que no pude evitar emocionarme el primer día que escuche tu corazón.
A ti, que me hiciste soñar con que podría ser una buena madre.
A ti, que me dejaste un vacío enorme el día que decidiste dejarnos.
A ti, que no hay día que no me acuerde o piense en ti.
A ti, que no hay vez que mire a un niño y te recuerde.
A ti, que desde el primer momento de dejarme sola supe que nunca podría olvidarme de ti.
A ti, que después de tanto tiempo, no puedo hablar o escribir de ti sin ponerme a llorar.
A ti, por hacerme vivir una experiencia que no se si algún día volveré a repetir.
A ti, que aunque fue breve, fue maravilloso.
A ti, que no puedes llegar a imaginar la tristeza que dejaste dentro de mí.
A ti, que fue tan fácil acostumbrarme a tenerte dentro y tan difícil asumir que ya te habías ido.
A ti, porque creo que nunca me había atrevido a escribirte directamente.
A ti, porque creo que de alguna manera necesitaba hacer esto.
A ti, porque a veces me haces tanta falta, que me duele el corazón.
A ti, porque quiero darte las gracias por haber formado parte de mi aunque fuera por poco tiempo. Gracias por todo lo bueno y por todo lo malo, porque de todo se aprende y te hace más fuerte. Porque siempre tendrás un lugar muy especial en mi corazón y por muchos años que pasen nunca me olvidaré de aquel maravilloso 24 de enero y menos aún de aquel desagradable 28 de marzo.

2 comentarios:

  1. Hola Nat

    Lo que has escrito es precioso. No tengo palabras, pero quiero darte mucho ánimo.

    Un abrazo

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